Contará de las travesuras de Luciano Figueroa y de la movilidad y el "fútbol bonito" de "Tom" Arriola. Hablará de la seguridad de Daniel Díaz, de las atajadas de Hernán Castellano y de la sensibilidad de Marcelo Quinteros.

La historia podrá escribirse después de 22 años. Aquel gol del barbado Jorge García ya se ve en blanco y negro. Rosario Central quería ponerle color a su excelente momento en el torneo Apertura y para eso decidió quedarse, con total justicia, con el clásico ante Newells por 2 a 0 y, además, ser el único líder del campeonato.

Newell's arrancó el clásico con todo y al minuto nomás Domizi tuvo la primera situación, pero su remate salió apenas desiado. Y a los 4 el que lo tuvo fue Sacripanti, pero su remate fue tapado por Castellano.

A partir de allí el encuentro se emparejó y Rosario, desde la firmeza de Díaz en el fondo, comenzó a edificar una victoria histórica.

Quinteros empezó a ganar el duelo en la mitad de la cancha y con la movilidad de Martín Mandra -fantástico a la hora de hacer jugar y muy mal a la hora de definir- y Figueroa, el "Canalla" empezó a ser el protagonista y Oscar Passet a ganarse el sueldo con la ayuda del travesaño, en dos oportunidades.

Central encontró la ventaja sobre el final del primer tiempo: Pino desbordó por la izquierda y tiró el centro al corazón del área. Figueroa entró libre y cabeceó al gol. La victoria parcial tranquilizó a Central y enloqueció a Newell's.

Prueba de ello fue el inexplicable cabezazo de Gastón Liendo sobre Rivarola para ganarse la roja. En el complemento, el equipo del "Flaco" Menotti salió a hacer circular la pelota para aprovechar el hombre de más y lucrar con el desorden y el apuro de Newell's.

Zamora sacó a Manso (jugó muy mal) y puso a Marino, también sacó a Vella y colocó a Lagorio, con eso Newells tuvo más peso en el área de enfrente y acarició el empate a los 29 cuando "Carucha" cabeceó al gol pero la jugada fue anulada correctamente por Héctor Baldassi -a instancias del línea Jorge Rattalino- por off side.

Central había perdidó la pelota y arriesgaba la victoria, dudas que se disiparon cuando Arriola ingresó por De Bruno y entonces, "Tom" se hizo dueño de la zona de volantes y empujó al gol el centro de Delgado para sellar la histórica victoria.

El cuento de Fontanarrosa tuvo un final feliz. El "Negro" apagó su computadora y, aún con la sonrisa congelada en la cara, se fue a ver "Futbol de Primera" para gritar, otra vez, los goles del puntero con Alberto Olmedo.